Jueves, octubre 10
“Que terrible día” pensaba mientras caminaba hacia mi casa después de la escuela. Aquella mañana había sido particularmente agotadora, sólo quería llegar a dormir.
Mientras caminaba vi un puesto de libros usados y un una multitud ojeando sus páginas, nunca entenderé como hay personas a quienes les gusta leer. Seguí mi camino y crucé por un parque, vi a una pequeña niña sentada bajo un árbol leyendo lo que parecía ser un libro infantil, “¿Cómo es que le puede gustar leer?” realmente es raro para mí creer que hay quienes disfrutan de estar mirando páginas por horas… continué mi camino.
Al día siguiente mientras regresaba a casa volví a pasar por el parque, mientras pensaba lo que tendría que hacer por la tarde una voz me distrajo.
“London Bridge is falling down… ”
Yo conocía esa canción, mama solía cantármela de pequeña, volteé para saber quién cantaba, era la pequeña niña del otro día, caminaba sola con el mismo libro en manos y seguía cantando. La seguí con la mirada hasta que llego al mismo árbol y comenzó a leer, “que niña tan rara” pensé. Decidí quedarme un rato antes de llegar a casa, me senté en una banca y saqué mi celular para disimular que la observaba.
-¿Qué haces, Caroline?
Por un segundo me invadió de pánico, hasta que supe quién era.
-Sam, casi me matas de un susto.
Samuel es mi compañero de literatura, no hablaba mucho con él, de hecho no hablaba mucho con nadie.
-Disculpa, me llamó la atención verte en este lugar.
-Quería descansar un momento.
Me miró un poco dudoso y después dirigió su mirada a mi celular.
-¿Y eso?
Lo guardé rápidamente.
-No es nada, sólo…
Tomé mis cosas, me levanté de la banca y comencé a caminar.
-Espera.
Me detuve y lo miré.
-Su nombre es Anee, viene aquí todos los días.
No contesté nada, le sonreí y me fui.
Llegué a casa y me dirigía a mi habitación, me recosté un rato en la cama mientras pensaba en Anee, esa niña tenía algo interesante.
Lunes, Octubre 14
Estaba en clase de literatura recostada sobre mi butaca hasta que escuché una voz.
-Disculpa por lo del viernes, Caroline.
Era Sam.
-Olvídalo.
- Me llamó la atención cómo la mirabas. ¿Puedo saber por qué lo hacías?
Dudé por un momento, lo miré y dije
-no sé qué tiene, pero llama mucho mi atención.
-Anee es una niña muy callada, muy reservada, parece que siempre está en su mundo.
-¿por qué siempre está sola?
-Sus padres murieron en un accidente hace casi un mes, antes su mamá solía acompañarla a leer cuentos bajo el mismo árbol, ahora ella va sola, siempre con el mismo libro.
Sentí como se formaba un nudo en mi garganta. “Pobre niña” pensé.
A la hora de salida Sam me acompaño al parque, mientras caminábamos volví a escuchar “falling down…” miré a Anee, ella tenía la mirada perdida y su libro en manos. Comencé a cantar.
-“Build it up with wood and…”
Ella se detuvo y me sonrió, después agachó la mirada y se fue. Mientras se alejaba pude notar el título del libro “Caminos”. Miré a Sam
-No suele hablar mucho.
Seguimos caminando hasta que llegamos a mi casa y él se fue.
Martes, octubre 15
Al salir de clases Sam y yo fuimos a una librería cercana, al entrar pregunté por el libro de Anee:
-disculpe, tiene el libro infantil llamado “Caminos”
-Espere un momento.
El chico que atendía comenzó a buscar en su registro.
-lo siento, no lo tenemos. Jamás había escuchado de él, si quiere revisar otros libros puede pasar a nuestra sección en planta baja.
Sam y yo caminábamos por la librería, él se entretenía leyendo títulos de libros, parecía que también era amante de la lectura.
-¿Cuál es tu libro favorito, Caroline?
-Yo no leo.
-Oh, bueno, eso quiere decir que no has encontrado el libro indicado.
Me sonrió, tomó mi mano y me llevó a unos sillones, buscó un libro y se sentó.
-Toma asiento, Caroline.
No sabía qué quería hacer, pero no pregunté, me senté frente a él.
-Presta atención: “Capitulo 1. Detrás de los barriles de…”
Yo estaba muy atenta hasta que…
-“…Se produjo un instante de tensión y entonces….”
Sam cerró el libro
-¡¿Qué?! Dime qué sucede.
Lo dije con tanta prisa y molestia por haber detenido la historia.
-No.
-Pero ¿Por qué?
-Si quieres saber que pasa al final del libro lo tendrás que leer tú.
Puse una mueca de disgusto.
-Te odio.
Lo dije mientras le arrebataba el libro y me dirigía a pagarlo, él no dejaba de sonreír.
Jueves, Octubre 17
Aquél día al salir de clases me dirigí al parque nuevamente, esta vez iba sola, quería continuar leyendo mi libro, para mí sorpresa llevaba más de la mitad. Cuando llegué cerca del árbol vi a Anee, decidí hablar con ella.
-Hola.
-Emm, hola.
Me incliné y le sonreí.
-Qué lindo libro, ¿lo puedo ver?
Asintió con la cabeza y extendió sus manos para prestármelo.
-Mmm ¿no tiene autor?
-Mamá lo escribió antes de morir, solía leérmelo cada noche, pero nunca me leyó el final.
Volví a sentir como se formaba el nudo en mi garganta…
-¿Quieres que te lo lea?
Los ojos de Anee se iluminaron y sonrió inmensamente.
-Sí, por favor.
Dejé mi libro a un lado, me senté bajo el árbol y ella sobre mi regazo; comencé a leer.
-“Había una vez...”
Al terminar la historia Anee me abrazó, se recostó sobre mí y comencé a cantar hasta que ambas quedamos dormidas…
“London Bridge is…”
…
-Caroline, despierta. ¿Qué haces aquí?
Abrí los ojos, era Samuel. Miré a mi alrededor, Anee no estaba.
-Yo sólo…
Mire el libro de Anee y vi que una hoja salía de él, era un pequeño papel que decía, “Gracias”.
Esa fue la última vez que la vi, pero desde aquél día Sam y yo leemos a diario bajo ese árbol.
Carolina Lim.
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